El nuevo videoclip de Ambik, titulado Azul, propone una narrativa profundamente simbólica, que acompaña una etapa de cambio en la vida artística de la cantante.
Dirigido por Miche y filmado en el Parque de la Ciudad (Buenos Aires), el video se centra en el concepto de transformación, reflejando un momento de quiebre y evolución en su identidad como artista. Con producción de Parda y el respaldo de Grand Move Records, Azul no solo consolida una nueva etapa para Ambik, sino que sella una alianza estratégica clave en la construcción de su nueva estética y visión.
«Nos enfocamos en el tema de la transformación», cuenta Miche. «Ambik se encuentra en un momento en el que está cambiando cómo se presenta a ella misma como artista y el estilo de música que hace».
La elección de la locación como escenario no fue casual: se trata de un espacio largamente observado por el equipo, cuyas texturas y paisajes en ruinas ofrecieron el contexto perfecto para representar esa metamorfosis. En el video, la artista recorre el parque mientras su figura se va modificando gradualmente, perdiendo rasgos de su “vieja” imagen para fundirse con el entorno.
“Trabajamos mucho sobre las texturas que se encontraban en el lugar, sobre si la transformación iba a ser de orden natural… pero al final nos gustó más la idea que se unifique con los desgastes y descartes humanos”
— Miche.
El uso de elementos como el óxido, la mampostería rota y el asfalto quemado se vuelve central en la narrativa visual, sugiriendo una fusión entre el cuerpo de Ambik y la materialidad del abandono urbano. Esta integración no solo representa un anclaje con el lugar, sino también una especie de resistencia interna, que se contrapone con la figura simbólica de los pájaros que aparecen en escena: libres, etéreos, siempre un poco fuera de alcance.
“Desde la primera vez que escuché Azul supe que quería trabajar con la imagen de una murmuración —dice Miche, directora del video— Trabajamos en conjunto con los chicos de Estudio Marte para lograr la intención que queríamos en los vuelos, las figuras y el finish de la integración”.
— Miche

El videoclip culmina en un gesto de entrega: el personaje acepta esa transformación como un salto al vacío, hacia un futuro incierto pero inevitable. El video no busca definir una nueva identidad para Ambik, sino mostrar el instante en que decide dejar atrás lo anterior y abrirse a lo que vendrá.



