Entre la creatividad de las redes y el universo de la música, aparece Juli Savioli, una artista que construye un espacio donde lo visual y lo sonoro se potencian. Conocida por su ingenio y millones de seguidores como creadora de contenido, Juli da el paso hacia la industria de la música, llevando consigo una visión artística que va más allá de las pantallas.
Su propuesta expande su propia narrativa que no solo se limita a la composición sino también a sus videoclips, donde fusiona actuación, guión y una profunda exploración emocional.
“Los que entienden mi música, entienden mis videos. Porque saben de qué está hecha la sustancia que me permite mostrarme así.”
En esta entrevista exclusiva con BAMV, Juli Savioli nos sumerge en su propio proceso de transformación de creadora de contenido a música y la relación entre sus videos y sus letras.
El mundo de la creación de contenido te da una plataforma y una voz. ¿Qué elementos de esa experiencia llevás a tu música?
La creación de contenido me dio todo lo que es la creación propia: generar desde una idea mía, desde mi imaginario y poder llevarlo a la realidad. Guionar, querer transmitir una historia, querer representar lo que digo en las letras de mi música. Al mismo tiempo, también todo lo que es la actuación me ayuda a darle el cuerpo a todo lo que quiero decir. Y la música es también un complemento de mi visión que quiero siempre transmitir, es un brazo más en mi expresión.
¿El lenguaje que usás para tus contenidos en TikTok o Reels es el mismo que en tu música?
Todo lo que es Reel, TikTok, video corto, siempre está pasado por el filtro del humor que une muchísimo y que uno usa porque sabe que le va a llegar a más personas. Con la música puedo sacarme ese filtro y los videoclips me permiten ser más experimental, existencialista y que también sean vistos. Ahora estoy escribiendo un mini capítulo piloto, al cual también le estoy sacando todo lo que es la barrera del humor.
¿Cómo fue que decidiste iniciar en el mundo de la música y qué te llevó a explorar esa parte de lo sonoro desde tu visión como creadora?
Yo no tenía pensado hacer música y me llegó la oportunidad. Me dijeron: «¿Juli, querés hacer un EP? Vas a hacer música, cinco canciones, las vamos a sacar, vas a ir al estudio, vas a tener clases de canto». Yo dije: «Bueno». Siempre confié y confío mucho en mi mundo interno, que está preparado para cualquier tipo de emoción que quiere evocar.
Entonces empecé a cantar y la música que yo escuchaba la pude volcar también ahí, todo lo que siempre me enseñó mi papá. Él también es músico, toca la batería. Entonces dije: «Wow, también canto.. qué hermoso” Es una herramienta que no conocía, que me propusieron encontrar y que ahora la puedo usar.
En pocos meses, ya tenés un EP y varios singles publicados, lo que implica también muchos videoclips. Cuando estás componiendo un tema, ¿ya estás pensando en cómo será el video?
A veces sí y a veces no. Me permito crear una nueva historia a la que ya estoy contando. No me fijo solamente en la primera emoción que me surgió al cantarla; no le pongo un escenario, solamente le pongo sonido.
Y después, en base a lo que me transmite lo sonoro, elijo cómo va a ser lo visual y qué tanto quiero representar explícitamente —o no— lo que quiero generar. No me gusta cerrarme desde un principio a nada, y permito que mi cabeza vuele tranquila después de ya tener la canción y escucharla muchas veces. Siempre me quedo con la primera imagen que se me viene a la cabeza, no le pongo techo.
Como directora de tus propios contenidos en redes y en tu carrera en general, ¿cómo llevás ese lado a la co-creación cuando se suma, por ejemplo, un director para un videoclip?
El trabajo en equipo es más nutritivo que cualquier cosa. Poder debatir con otra persona la idea que vos tenés, que esa persona entienda tu código y que generemos juntos uno nuevo entre los dos… Dije: “Esto es hermoso, qué lindo que nos podamos entender”.
Obviamente, siempre trato de estar con directores con quienes pueda charlar previamente para ver si vamos por el mismo lado, ¿no? Pero siento que, por lo menos, siempre los videoclips que tenía en la cabeza los pude llevar a la realidad porque había otras cabezas que también lo hicieron posible.
Todo esto de la creación de contenido —que sí, uno edita, uno monta, uno guiona, uno dirige, uno actúa, uno hace todo— también me dio la oportunidad de entender cómo trabajar en equipo y permitir que otras visiones se incorporen a la tuya. Y eso es muy nutritivo, te hace crecer más todavía.
¿En qué se diferencia el personaje que creás para tus redes y el que presentás con tu música?
Yo creo que se sostienen el uno al otro.
Los que entienden mi música entienden mis videos, porque saben de qué está hecha la sustancia que me permite mostrarme de esa manera. Uno ve mucho histrionismo, mucha “locura”, mucha libertad… pero al mismo tiempo hay una carga emocional, sentimental y corporal que me permito mostrar en los videos.
Lo que siempre trato de hacer es no mostrar toda la sombra que tengo que atravesar para verme de esa manera. Y eso consta de mucho dolor, de mucha superación, de mucho cuerpo. Es mostrar esos llantos que uno nunca va a poder mostrar en videos de comedia.
Con el videoclip conectás más con ese mundo interno…
Sí, totalmente. Y también tiene mucho que ver con las entrevistas que hago. Porque nunca me pongo a hablar así de mis videos. Me lo permito en las entrevistas, en la música o cuando hablo con alguien —y conmigo misma—; estoy todo el tiempo razonando y pensando de esta manera.
Después, por suerte, tengo el poder de elección de querer mostrarlo desde el humor, por ejemplo. Es como tener muchísimas formas de mostrar lo que uno es.
¿Cómo buscás conectar con tu audiencia y conquistar nuevos públicos a través de tu música?
Acá entra todo lo que es el marketing, al mismo tiempo. Siempre estoy tratando de que la gente llegue a escuchar mis temas, pero sé que muy pocos saben que hago música. Tiene algo de mística: quienes escuchan mi música, siento que me entienden un poquito más.
Me encantaría poder llegar a más personas. Me cuesta mucho poder rellenar mi perfil como artista musical, porque siento que obligo —y a la vez no— a las personas a escucharme. Estoy todavía en esa búsqueda: cómo informar, cómo invitar a que también escuchen esto, que también es válido. Porque uno siempre ve más válido lo que tiene más números, como los videos que yo hago y que sé que les va a ir bien. Es también salirse de esos números.
Es mostrar otro tipo de algoritmo dentro del algoritmo que ya tengo armado para esos números. Entonces, es muy difícil. Pero siento que hay que dedicarse de lleno, y yo no sé si puedo dedicarme de lleno a la música. Esa es mi dualidad también: ¿cómo dejo tanta potencia que la gente espera de mí? Esperan que saque música, esperan que los haga reír… Entonces, es difícil dedicarme solo a una cosa.
Cuando te veamos sobre el escenario cantando esos temas, ¿qué pensás de esa puesta en escena? ¿Cómo pensás conectar desde ese lado?
La primera vez en un escenario me sentía muy rara. Dije: “¿Qué estoy haciendo?”. Yo tenía ganas de tirar chistes en ese momento, no solo de cantar.
Me gustaría que sea como una historia, hacer un tipo de ópera musical, que las canciones estén conectadas por actuación, o poder jugar con el público entre canción y canción. Que no sea solamente mostrar música y “ay, miren soy cantante”. Me siento más una actriz que canta.
¿Qué se viene ahora con tu música? ¿Se viene un disco o seguir explorando a través de singles?
Por ahora van a ser singles. Me estoy juntando con mis amigos, y también me voy a juntar con otra chica que es música, para ver qué sale. Nunca hice un “FT”. Voy canción por canción. Además, quería explorar mucho más el sonido del pop.
Decidí quedarme en un tipo de sonido por un tiempito, pero voy a seguir explorando otros, claramente, porque no quiero dejar esta vida sin haber probado todo lo que tengo en la cabeza.
¿Qué elementos no podrían faltar en un videoclip de Juli Savioli?
El rojo y el negro son mis colores favoritos. Me cuesta mucho identificarme o clasificarme, pero lo que siempre pude mantener son esos colores.
Me gusta transmitir mucho todo lo que es el dolor y la dualidad. Hay muchos videos donde hay dos Julis, videos muy íntimos, todo lo que tenga algo de surrealismo. Al mismo tiempo, también tengo otros donde muestro un poquito más el performance, o juego entre la sensualidad, lo onírico y el terror.
En este último video agregué el baile —yo bailo hace muchos años— y poder haber encontrado otra forma de mostrarlo me hizo muy bien.
¿Cuál es tu videoclip favorito de toda tu vida o algo que te inspiró y a lo que siempre volvés?
Los que siempre me impactaron de chiquita fueron los de Lady Gaga y Michael Jackson. En mi último video hay una referencia y quería a propósito que sea así. Aprovechamos que el sonido también lo basé mucho en él y juntamos toda la data allí.
Pero más que nada, yo veo un montón de películas. Siempre junto el mundo del cine y la música. Me encanta ese estilo.