Con una estética provocadora y un sonido que combina euforia electrónica y sensibilidad pop, Six Sex presenta X-sex, un EP visual donde ella lideró la dirección creativa del proyecto junto a Lean Vázquez, consolidando su universo como una experiencia sensorial y performática.
En esta nueva etapa, Six Sex explora el deseo desde lo conceptual, amplificando su propuesta artística con visuales cargados de tensión. Cada lanzamiento —desde sus videos hasta la puesta en escena en vivo— está diseñado para incomodar y seducir al mismo tiempo.
En esta entrevista exclusiva con BAMV, Six Sex habla sobre su búsqueda estética, el proceso detrás de X-sex y cómo logra que todo lo que crea funcione como una invitación a entrar —y no querer salir— de su mundo.
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¿Cómo fuiste construyendo tu identidad artística y qué cosas no pueden faltar para que algo se sienta parte de tu mundo?
Mi identidad artística es el resultado de una búsqueda constante. Me gusta experimentar, combinar elementos del pop con la electrónica. Pero si hay algo que nunca puede faltar es la actitud. Tiene que haber una energía fuerte, una sensación de que lo que estás viendo o escuchando te atraviesa. También me gusta que todo esté pensado desde una idea conceptual fuerte, que no sea solo una canción suelta, sino parte de algo más grande.
“X-sex” marca un cruce muy fuerte en tu universo sonoro y universo visual. ¿Qué buscaste transmitir con las imágenes que acompañan este lanzamiento y cómo dialogan con el sonido electrónico y las letras?
Con “X-sex” quería construir una experiencia que fuera tan visual como sonora. Las imágenes que acompañan el EP están cargadas de sensualidad, provocación y juego, y dialogan con el sonido electrónico y pop. La idea es que todo lo que rodea al proyecto se sienta como un viaje, una invitación a sumergirse en mi universo.
En el último video aparece Dillom. ¿Cómo se dio esa conexión entre los dos y qué tan importante fue lo visual en ese encuentro?
Con Dillom teníamos ganas de hacer algo juntos hace tiempo. Lo interesante fue encontrar una forma de sacarlo un poco de lo que él venía haciendo para meterlo en mi mundo. Hubo varias sesiones, muchos intercambios, hasta que encontramos el punto exacto donde la canción nos convencía a los dos. El videoclip refuerza todo eso: el deseo, la tensión, el juego con el espectador. Hay un botón rojo, una barra de «hotness» que sube y esa tensión creciente que se siente más allá de lo literal. Lo visual fue clave para completar el mensaje de la canción.
¿Hay algún video —tuyo o de otro artista— que te haya impactado mucho por lo visual? ¿Por qué?
Hay muchos, pero últimamente me impactan más los que dejan lugar a la imaginación. Me gusta cuando el video no te lo da todo servido, cuando te hace completar la historia. En el caso de “Tócame”, por ejemplo, trabajamos esa idea: que la tensión se construya desde lo sugerido, no desde lo explícito. Eso es algo que me interesa mucho a nivel visual.
¿Fue fácil llevar tu universo audiovisual al show en vivo? ¿Cómo se complementan?
No fue fácil, pero fue un desafío hermoso. Llevar todo ese universo al vivo implicó pensar en una puesta que fuera inmersiva, que no solo se escuche sino que se sienta. En el show del Complejo C y durante toda la gira lo trabajamos muchísimo para que la experiencia sea completa: visuales, luces, performance… todo se arma para reforzar esa mezcla de euforia electrónica y sensualidad. Se complementan porque lo visual potencia el sonido y viceversa.
Cuando hacés un tema nuevo, ¿enseguida te imaginás lo visual o eso viene después? ¿Cómo empieza esa parte del proceso?
A veces lo visual aparece al mismo tiempo que el sonido. Hay temas que ya desde el primer beat me disparan una imagen o una escena en la cabeza. Otras veces viene después, cuando ya está más cerrado lo musical. Pero siempre hay una necesidad de imaginar cómo se va a ver, porque para mí la música y lo visual están muy conectados. Me gusta pensar en el concepto general y desde ahí construir todo.
¿Qué cosas te inspiran más allá de la música? ¿Películas, diseñadores o artistas que te hayan marcado?
Me inspiran muchas cosas más allá de la música. También sigo mucho a diseñadores y artistas visuales que se animan a romper moldes y jugar con erótico, lo psicológico, lo estético. Me gusta lo que provoca, lo que incomoda un poco.