El pasado 23 de mayo, en el marco del Ciclo Charlas BAMV en la Universidad Abierta Interamericana (UAI), se exploró la intrínseca conexión entre la música y su dimensión visual. En esta ocasión, BB ASUL (Isa Terán), junto a Stef Mosto y Karen Zen Eckell, compartieron su visión sobre cómo las ideas se transforman en imágenes y el proceso detrás de la creación de un universo visual que acompaña a la música.

El universo visual que rodea a BB ASUL se nutre de una conexión entre sus experiencias personales y una imaginación que busca manifestarse en la realidad física. La artista, cuya meta es ser la voz que le hubiera gustado escuchar en su adolescencia, integra esta perspectiva en la creación de su identidad visual y los videoclips que acompañan su música.
La concepción de un videoclip, según el proceso creativo de BB ASUL, va más allá de la lírica. Implica una imagen mental que puede o no estar directamente ligada a la letra de la canción, permitiendo un desarrollo visual autónomo. Este enfoque se apoya en una variedad de técnicas como la estabilización, el uso de Super 8, coreografías, efectos visuales (VFX), stop motion y lentes específicos, todos ellos al servicio de la narrativa visual.
La identidad de BB ASUL es un elemento central en su propuesta. No se limita a un estilo visual único, sino que es un compendio de valores, emociones y estéticas en constante evolución. Esta identidad se manifiesta a través de distintas personalidades visuales que la artista explora, como Kawaii, Emo, Rocker y Femme, lo que se traduce en una diversidad de propuestas estéticas en sus producciones.
Un ejemplo de este proceso es el proyecto «Incel«, que desde su origen se planteó con una idea de pijama party y karaoke. La construcción visual de este videoclip se centró en cuidar la imagen, evitando elementos explícitos y utilizando una narrativa lineal. Se implementaron planos secuencia desde diferentes ángulos para enriquecer la fluidez visual, con detalles como plumas cayendo en cámara lenta y escenas de interacción, creando una atmósfera específica.
En cuanto a la dirección de arte, el trabajo de Mar se enfoca en el uso del agua y el color azul, elementos que buscan atraer al espectador y generar una sensación de calma e introspección a través de la imagen. La integración de símbolos permite que el caos y las contradicciones se conviertan en una narrativa visual coherente, donde cada elemento visual adquiere un significado y contribuye a la concreción artística.
Finalmente, el shooting y la dirección de fotografía son pasos esenciales en este proceso creativo. La colaboración con Bruno Gentile en la fotografía y el arte de portada es un ejemplo de cómo el trabajo en equipo es crucial para el resultado final de la propuesta visual.
Este proceso creativo, que va desde el sonido hasta la imagen, es un viaje complejo y multifacético que requiere una combinación de técnica, identidad y creatividad. La constante experimentación y la colaboración son pilares que permiten a los artistas materializar sus visiones y crear obras que resuenan con la audiencia.



