La evolución artística de Sebastián Yatra comenzó sobre el escenario de Viña del Mar en febrero, cuando se presentó junto a una orquesta de más de 50 músicos, un cuerpo de baile contemporáneo y una puesta en escena que rompía con la estética que venía manejando hasta entonces. Esta nueva identidad abraza una versión más elegante, cuidada y sensible del artista, marcando el inicio de una nueva era en su carrera, bajo la dirección creativa de Rocío Gastaldi.
Esta nueva mirada de Gastaldi se profundizó con Milagro, producido por The Movement, donde a lo largo de 17 videos, cada uno retrata un milagro: la imaginación, el amor, la comunicación o la amistad se representan con historias simples pero muy profundas, y siempre desde una mirada empática. El proyecto cuenta con la codirección de Juan Manuel Pinzón, quien comentó que el objetivo era que incluso alguien que no entendiera la letra pudiera conectarse con lo que estaba pasando en pantalla.
Pero Milagro es mucho más que un full álbum para esta nueva era de Sebastián Yatra, también consolida una identidad artística distinta que apuesta por una construcción visual coherente y honesta. El formato largo retrata a personas comunes como “ángeles” con una sensibilidad única, capaces de transformar con un gesto o una canción. Gastaldi describe el álbum visual como “una danza entre lo celestial y lo terrenal”, donde los milagros brillan en los detalles cotidianos.
En Mi Puerto, dos amigos acompañan a otro que acaba de perder a su perro; en La Pelirroja, Yatra interpreta la canción en lengua de señas; en Lienzo, una niña transforma un lugar vacío en un espacio lleno de mariposas. Cada video del proyecto aporta un mensaje distinto pero todos comparten el mismo objetivo.
De hecho, Milagro parte del concepto de que los ángeles son humanos que encuentran magia en lo simple e irradian empatía. Según Gastaldi, esta comunidad de “ángeles mundanos” está conformada por el cuidado mutuo, donde “un abrazo puede detenerse en el tiempo y una mirada en silencio puede erizarnos la piel”. La música une estas historias a lo largo del long format con los personajes tocando instrumentos, cantando o bailando para dar vida a las canciones junto a Sebastián Yatra.
El casting realizado incluyó personas de distintas edades y nacionalidades para mostrar la diversidad de los ángeles y crear un “código universal” donde cada espectador siente un milagro cerca e invitándonos a ver el mundo con esa sensibilidad. El trabajo cinematográfico de Gastaldi y Pinzón se traduce a través de una cámara que se mueve de manera serena, personajes que tienen tiempo para respirar y un Sebastián Yatra que aparece solo en momentos clave, un personaje más de esta historia.
“Uno de los grandes desafíos fue el visualizer de La Pelirroja en donde le propuse a Sebastián interpretar la canción en lengua de señas. Tuvo que empezar a tomar clases y aprender a hablar un nuevo idioma. Y así, durante este hermoso proceso, descubrimos que estábamos hablando del milagro de la comunicación.” — Rocío Gastaldi
“El guiño principal hacia los ángeles son las cicatrices que le pusimos a Sebastián en la espalda, que son un recordatorio de otras vivencias que quizás causaron ese dolor. Cómo eso lo ayudó a cambiar la perspectiva, contagiarse de todo lo que pasa alrededor y que tiene que ver con esos milagros. Un lugar desde el cual él se puede elevar.” — Juan Manuel Pinzón
Aunque hoy son cada vez más los artistas que apuestan por el full álbum visual, Milagro no parece seguir una fórmula y celebra lo extraordinario en los detalles con un concepto claro de principio a fin. Un proyecto cuidado, emotivo y con una sólida estética que emociona desde las acciones más cotidianas hasta los planos más acertados.
Después de Milagro, Rocío Gastaldi sigue trabajando junto a Sebastián Yatra como directora creativa, también a cargo de la dirección artística de sus shows en vivo. Esta nueva etapa comienza con la gira de verano en España y es una producción de The Movement Live, la unidad que amplifica el trabajo visual de la productora hacia las experiencias en vivo.